El poder
de la magia
Personajes
Juan
–triste
Oso-hermoso
Papá-
enojón
Hada- mágica
Jirafa-patas
cortas
En un castillo muy lejano a las alturas de la
montaña vivía un niño llamado Juan con su papá que siempre estaba enojado, el niño
lloraba y se mostraba triste porque extrañaba a su mamá y además su papá nunca le hacía caso.
Cierto día el niño estaba observando hacía la
ventana y vio que el señor como siempre llegaba muy enfurecido, sin razón alguna
se acercó al niño y le pegó. Juan lloraba sin parar y salió al patio trasero a
esconderse de su papá. De pronto empezaron a aparecer unas estrellitas y
destellos muy brillosos alrededor del niño y enseguida un hada mágica, él se
asusto mucho no sabía lo que estaba pasando, ella pidió que se calmara y le secó
sus lagrimas. Para tranquilizar a Juan la hada hizo aparecer un oso hermoso y
una jirafa con patas cortas, el niño seguía sorprendido y por primera vez después
de mucho tiempo dejo de estar triste y sonrió; por fin tenía la compañía de
alguien y empezó a jugar con los animalitos, además la hada apareció un pastel
de chocolate para que los cuatro comieran
y continuarán divirtiéndose. Entonces el
papá escuchó el alboroto y se dirigió a ellos para callarlos, al estar frente a
ellos el señor enfureció y mató a la hada con una pedrada en la cabeza haciéndola
desaparecer.
Juan volvió a llorar y a estar triste por lo
que su papá había hecho y salió corriendo en compañía de los animalitos hacia
el bosque, aunque tardaron un poco por las patas cortas de la jirafa. Lo que Juan no sabía es que la hada no podía
morir porque era mágica, mientras corrían, los animales, lo dirigían por un
camino un poco extraño, el no sabía que lo estaban ayudando a llegar a la casa
de la hada. Él seguía triste, pero al llegar a la casa de la hada mágica y la volvió
a ver, se alegró muchísimo y se abrazaron los cuatro. La hada decidió usar su
magia y cambió el corazón malo del señor convirtiéndolo en uno con buenos
sentimientos.
El papá encontró la casa de la hada, Juan pensaba
que otra vez le iba a pegar o hacerle daño a sus amigos pero no fue así, el señor
se acercó nuevamente a ellos y les pidió perdón por el daño que les había causado
y agradeció a la hada por hacerlo cambiar. Los animales festejaron por volver
ver sonreír a Juan, el señor se convirtió en un mejor padre y el niño vivió feliz por siempre en compañía del
su papá y los animalitos.
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