El campamento de Lazlo
Era
una vez un hombre llamado Lazlo al cual apodaban chango por su forma de
caminar, Lazlo tenía dos amigos Tingo y perro
este último su mascota.
A lazlo
le gustaba mucho hacer deporte sobre todo natación pero cerca de donde vivía no
había ningún lugar donde pudiera practicarlo. Un día se reunió con Tingo para platicar
sobre cómo podían hacer deporte ahí en su localidad.
De
repente recordaron que en la escuela organizaban campamentos durante las
vacaciones para que los alumnos practicaran algún tipo de deporte durante
estas. Así que fueron con el director para preguntarle ¿por qué ya no hacían esas
actividades? Y la respuesta del director fue que no tenían los recursos
suficientes para atender a todo el alumnado.
Se
marcharon muy tristes, la mamá de Tingo los vio y al enterarse del porque
estaban ahí planeó juntarse con el resto de las madres de familia para hacer
actividades y poder abrir un campamento para sus hijos.
Lazlo
estaba muy contento porque su sueño se estaba realizando, con el dinero
recaudado abriron un campamento externo de la escuela para que estuviera
abierto durante todo el año.
Lazlo,
Tingo y todos los niños practicaban deporte a diario por lo que eran unos niños
muy sanos y sobre todo muy felices.
Paola Marisela Cortés Jara
No hay comentarios:
Publicar un comentario