domingo, 10 de noviembre de 2013

Cuento Individual (Daniela Alejandra Jaramillo Morales).
El duende y sus amigos
Había una vez en un lugar muy lejano, una niña que se llamaba Ángela, ella vivía en casa de sus abuelos. Ángela y sus abuelos eran muy pobres y por tal motivo, ella nunca había tenido juguetes nuevos, todos los días lloraba al ver que las demás niñas jugaban a las muñecas afuera de sus casas. Ángela, era una niña muy estudiosa y no entendía por qué no podía tener lo mismo que sus amigas.
Un día Ángela al bosque y después de estar un buen rato en él, decidió irse a su casa. Durante el camino, Ángela se fue llorando, deseando poder algún día tener una muñeca para poder jugar con las demás niñas de su edad.
Mientras caminaba, un duende a lo lejos la miró y la siguió hasta su casa; al ver donde vivía, el duende se dio cuenta de lo pobre que era la familia de Ángela y comenzó a investigar por qué esa niña lloraba tanto.
Después de varios días, el duende se dio cuenta qué era lo que hacia llorar a la niña y decidió ayudarla. Así, que comenzó a reunir a sus amigos del bosque; cada uno de ellos escuchó atentamente el plan del duende para poderle regalar una muñeca a Ángela.
Poco a poco los animalitos del bosque comenzaron a diseñar la muñeca; la tortuga formó el cuerpo con un poco de sácate que transportó en su caparazón, el conejo realizó las piernas y las piernas con pedazos de ramas que encontró en su camino mientras brincaba, la cabeza de la muñeca la hicieron con mucho esfuerzo un grupo numeroso de hormiguitas trabajadoras y todo lo pegaron con la baba del caracol.
Pasados 5 días, llevaron la muñeca a donde se encontraba el duende y se lo enseñaron. Él como tenia poderes mágicos, esa muñeca que hicieron los animalitos del bosque la convirtió en una hermosa muñeca, era la muñeca que toda niña desearía tener.
Al día siguiente, como todos los días, Ángela se dirigió al bosque sin imaginarse lo que ese día encontraría. si, estaba ahí lo que tanto soñaba y por lo que mucho había llorado, su "muñeca" junto a ella, se encontraba una nota que decía lo siguiente: "Hola Ángela, esta muñeca es para ti, mis amigos y yo la hicimos con mucho cariño para ti. Ahora ya podrás jugar con las demás niñas, pero recuerda algo...si no le echas ganas a la escuela, esa muñeca va a desaparecer".
Y así desde ese día, la tristeza de Ángela se acabo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario