domingo, 3 de noviembre de 2013

Cuento individual - Sueño o realidad


Sueño o realidad


Todo inició con una gran ilusión que tenía el explorador Diego, un joven de 15 años, deseaba con todo su ser conseguir hacer realidad su sueño el cual era llegar a convertirse en un gran deportista extremo. Desde niño le encantaban las patinetas, bicicletas, patines, brincar, correr, etc. Todos lo conocían como el “machetón” ya que no tenía paradero.

Un día cuando regresaba de la escuela obviamente en bicicleta se topó con un gran cartel que anunciaba un torneo de habilidades extremas que se llevaría a cabo en la ciudad de donde era originario, el objetivo de la competencia era recaudar jóvenes entusiastas y aventureros para  estudiar en la más prestigiosa academia para deportistas extremos y así mismo viajar por la mayoría del mundo para presentar las habilidades de los mejores jóvenes en esta categoría deportiva.

Diego llegó muy emocionado a su casa, desesperado buscó a sus padres Clara y Pedro para comentarles acerca de la gran oportunidad que se le presentaba, pero ellos no veían esto como “la gran oportunidad” porque no estaban de acuerdo en que su hijo lo intentara ya que lo consideraban una pérdida de tiempo y sobre todo muy peligroso, no creían que tuviera la habilidad suficiente para lograr ser un deportista extremo. Pedro prefería que estudiara algo provechoso para que en un futuro estuviera muy bien económicamente y pueda solventar todo lo que se le presente. A clara lo que le importaba es que fuera a sufrir algún accidente practicándolo, es por lo que se oponía a que participara en dicho torneo.

A pesar de las ideas de sus padres Diego se decidió  inscribirse, tenía mucho entusiasmo y ganas de participar porque quería conseguir la beca completa que otorgaría la academia a los 10 mejores participantes del torneo. Clara y Pedro platicaron acerca de lo importante que era que su hijo sintiera su apoyo en cualquier cosa que realizara así que decidieron acompañarlo, pero en su interior tenían la esperanza de que no quedara seleccionado para que no se alejara de ellos a tan temprana edad y se concentrara en el futuro que habían planeado para él.

Durante el torneo Diego consiguió puntuaciones altas y bajas según la complejidad con la que realizaba las maniobras, a pesar de esas puntuaciones logró colocarse en el lugar número 6 por lo tanto quedó seleccionado sintiéndose demasiado feliz. Sus papás estaban felices por lo que había logrado, pero al mismo tiempo muy preocupados.

A regresar a casa tenía que preparar maletas y dormirse temprano porque viajaría muy temprano rumbo a la academia deportiva. Al día siguiente sonó el despertador y se dio cuenta que era la misma hora a la que acostumbraba levantarse, volteó a un lado de su cama y estaba la silla de ruedas con la que se desplazaba por todos lados, se despertó de un hermoso sueño pero con una nostalgia por sentirse inútil de no poder realizar todas las cosas que había soñado, quería  por una sola vez realmente ser un “machetón”.

Les contó en el almuerzo a Clara y Pedro lo que había soñado en un tono muy triste, ellos no sabían que decirle, también se sentían impotentes por que su hijo se encontrara en esa situación. De repente se le ocurrió a Clara ir al parque para dar un paseo que estaba en el centro de la ciudad para intentar reanimar a su hijo, estando ahí se toparon con una gran sorpresa habían construido rampas en donde estaban muchos jóvenes con patines, bicicletas y patinetas, Pedro alentó a Diego para que se animara a deslizarse por una rampa, le explicó que él era muy afortunado porque no necesitaba una bicicleta o patineta, él ya tenía su propia silla que le serviría como un instrumento para realizar su sueño.

Fue desde entonces que todos los días iba a practicar al parque y todos lo observaban como no se daba por vencido a pesar de la “limitación” que tenía, pero se dieron cuenta que la limitación no estaba en él sino en la sociedad que pone obstáculos para que personas discapacitadas no puedan cumplir sus sueños.

Al paso de los años consiguió darse a conocer en todo el mundo como un gran ejemplo de superación personal, dando un gran mensaje a todos. No importa en la situación que te encuentres  si lo  sueñas lo puedes hacer realidad.

 

 Paola Marisela Cortés Jara

 

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