domingo, 27 de octubre de 2013

FRASES GUILLOTINADAS

La hoguera donde arde una pasión de amor
Julio Cortázar
Fue el primero en acusarme de que lo había traicionado  
Sin pruebas y quizá doliéndole, pero había los que aun creían en mi 
Y se sabe en un pueblo perdido entre tanta gente mentirosa
El tiempo pesa inmóvil y sólo cada segundo cuenta
Gentes que viven de telarañas, de lentas y malas situaciones cada día 
Acaso tienen corazón pero cuando hablan es  envidia y mentiras 
¿De qué podía acusarme si solamente habíamos entrado a un lugar que tanto anhelábamos 
Imposible que el mero despecho, después de aquella seria platica que tuvimos 
(Tal vez la luna llena, la noche en que me llevó hasta la cima de la montaña 
Morder en el amor no es tan extraño cuando se ha ama de verdad 
Yo había gemido, sí, y en algún momento pude disimularlo muy bien 
Después no hablamos de eso, él parecía orgulloso de lo que había logrado hacer 
Siempre parecen orgullosos si gemimos, pero entonces se decepcionan cuando se dan cuenta de que  no es así
¿Qué memoria diferente tendrá el odio que sigue al amor de las personas que se aman 
Porque en esas noches nos queríamos más que si fuéramos recién casados 
Bajo la luna en las arenas enredados y oliendo a flores de campo en plena primavera 
(Lo habré mordido, sí, morder en el amor no es tan doloroso como todos creen
Nunca me dijo nada, sólo atento a todo lo que yo decía 
Me perfumaba los senos con las yerbas que mi madre había plantado en el jardín 
Y él, la alegría del tabaco en la barba, y tanta emoción que se le veía en el brillo de sus ojos 
Nunca llovió cuando bajábamos al río, pero a veces  las nubes grises y los truenos nos atormentaban
Un pañuelo blanco y negro, me lo pasaba despacio mientras yo descansaba en el sillón
Nos llamábamos con nombres de animales dulces, de árboles que echan frutos desabridos 
No había fin para ese interminable comienzo de cada noche estrellada 
(Lo habré mordido mientras él clavado en mí me abrazaba fuertemente
Siempre en algún momento se mezclaban nuestras voces si intentábamos decirnos nuestro amor
Podría haber durado como el cielo verde y duro encima de mis manos  que temblaban demasiado 
¿Por qué, si abrazados sosteníamos el mundo contra toda la gente indeseable? 
Hasta una noche, lo recuerdo como un clavo en la boca, en que sentí cuando sentí aquel desprecio
Oh la luna en su cara, esa muerta caricia sobre una piel que antes era  tan suave
¿Por qué se tambaleaba, por qué su cuerpo se vencía como sí me estuviese ocultando algo grave?
-¿Estás enfermo? Tiéndete al abrigo, deja que te cubra, porque hace demasiado frio. 
Lo sentía temblar como de miedo o bruma y cuando me miró fijamente a los ojos 
Mis manos lo tejían otra vez buscando ese latido, ese tambor caliente y  al final lo tuve conmigo 
Hasta el alba fui sombra fiel, y esperé que de nuevo que se sintiera mejor
Pero vino otra luna y nos tocamos y comprendí que ya no era el mismo tierno de hace tiempo
Y él temblaba de cólera y me arrancó la blusa como un loco desesperado 
Lo ayudé, fui su perra, lamí el látigo esperando  que respondiera dela misma forma 
Mentí el grito y el llanto como si de verdad su carne me hubiera causado una gran emoción 
(No lo mordí ya más pero gemía y suplicaba para darle la última mordida que lo dejaría marcado para siempre 
Pudo creer todavía, se alzó con la sonrisa del comienzo, cuando le pedí que nunca me soltara 
Pero en la despedida tropezó y lo ví volverse, todo mueca y  lastimado por el golpe 
Sola en mi casa esperé abrazada a mis rodillas hasta que lo vi entrara por la puerta 
El primero en acusarme fue él, haciendo como si nada hubiera pasado
(Lo habré mordido, morder en el amor no es tan cruel cuando se ama con locura y pasión 
Ahora ya sé que cuando llegue la mañana en que me todos me señalen 
Le faltará valor para acercar la antorcha a la hoguera
Lo hará otro por él mientras desde su casa se lamenta por lo que hizo
La ventana entornada que da sobre la plaza donde nos vimos por primera vez 
Miraré hasta el final esa ventana mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas al recordar lo que viví con el 
Lo morderé hasta el fin, morder en el amor no es tainhumano cunado se quiere  de verdad.  


Ya no quedan esperanzas de pasar un momento en el living
Julio Cortázar - Argentina
El living de casa es muy grande, pero de ahí a pensar que Roberto quería comprar una enorme sala de piel
Hay pocos muebles y eso deja mucho espacio para moverse cuando los parientes y los amigos vienen a tomar una copa de vino en vacaciones
Yo en el sillón al lado de la lámpara y mi mujer casi siempre en la silla baja cerca de la ventana que tiene vista al lago
Mesas no hay más que una, larga y angosta, que usamos para comer todas las tardes
Se puede circular cómodamente, mirar los estantes de la biblioteca y sentarse en la banqueta adosada a la pared donde está la chimenea.
Creo que Roberto iba precisamente a sentarse cuando en mitad del living recordó que debía hacer una llamada muy importante
Serían las veintidós o las veintidós y diez, Pablo y los Mounier dicen una cosa y mi mujer no está de acuerdo con ellos y los contradice.
Serían las veintidós y cinco para no ponerse de acuerdo
Lo que importa es que precisamente en ese momento Roberto iba a decirle algo a la señora de Cinamomo, como si estuviera muy enfadado
Había sacado un cigarrillo y se lo estaba poniendo en la boca cuando encalló y se dio cuenta de que algo grave había pasado
Todos oímos el golpe y mi mujer levantó la vista del tejido y miró a Roberto como si no pudiera creer lo que había pasado en ese justo momento
Los Mounier que estaban sentados en el suelo cerca de la chimenea se levantaron rápidamente
Yo que tenía en la mano la copa de vino tinto que me había servido hace 3 minutos
Un golpe sordo y Roberto encallado y mirándose los pies como si fuera algo tan sorprendente y fantasioso
Mi mujer siempre había dicho que ahí en el medio del living podía estar a salvo
Pablo no, Pablo estaba seguro de que nunca debía pasar cerca de la chimenea por que se podía quemar
Por mi parte no me gusta meterme, aunque debo decir que Roberto hubiera podido muy bien rodear y no pasar ahí
Reconozco con todo que sin previo aviso es comprensible que un hombre diga mentiras cuando pelea con una mujer
Debía ser muy raro con el cigarrillo en la boca, porque se lo sacó y lo sostuvo entre dos dedos mientras pensaba que hacer
La señora de Cinamomo no parecía haber encontrado nada más inteligente que hacer señas con sus manos
Los Mounier desde el suelo podían ver mejor y cambiaban impresiones en voz rara y misteriosa
Parecía ser el pie izquierdo porque Roberto se echaba hacia atrás apoyándose en la mesa angosta que se encontraba a sus costado
-Habría que ir -dijo mi mujer después de un largo bostezo
-Esperá un poco si -aconsejé yo que por principio no estaba de acuerdo
A veces todo parece tan grave y al final resulta muy sencillo
-Quién sabe la profundidad que puede haber en esa parte del problema tan simple -dijo Pablo, como si todos nosotros no encontráramos solución
A mí siempre me ha fascinado la palabra toesas, desde que era muy pequeño mi padre la mencionaba
-Tire el cigarrillo, porque el humo causa dolor de cabeza -sugirieron los Mounier mostrando un gesto desagradable
Y también balizas, escollera, bajamar, galerna, mesana y  una lancha
Probablemente por miedo a un incendio que no haría más que agravar la situación
No eran todavía las diez y media y Roberto podía confiar en que no llegaría tarde a casa
Pero a nadie se le iba a ocurrir acercársele con la bandeja del café, máxime cuando ya estuviera preparado y listo para beberse
-Fragor, como si -dijo Pablo, que de todos modos era el menos indicado en opinar
Desde donde estaban, los Mounier podían juzgar el avance de la solución del problema
Yo creo que gritó una o dos veces, pero en esos casos es difícil que alguien lo escuchará  
-Habría que echarle un cabo -dije yo que en esos casos- o tal vez si la alcanzáramos el mango de una vasija llena de agua
Parece tan simple, pero en un living pasan cosas magnificas
-Cualquier cosa para -dijo la señora de Cinamomo, mientras - porque lo importante es hacer algo a fin de que solucione el problema
Dijo eso, exactamente, como si nosotros no quisiéramos acompañarla
Ya para entonces los Mounier estaban seguros de que los dos pies estaban lastimados
-No creo que funcionen, se ve que -dijo Pablo, que de todos nosotros era el más inteligente y astuto
Pensé que hablaba de las bombas de achicar, porque en efecto la situación cada vez se hacía mas complicada
Al final se había decidido a tirar el cigarrillo, probablemente para poder darle gusto a la visita
Se lo veía como un bastoncillo blanco que oscilaba y brillaba en la oscuridad
En esos casos se piensa en una gaviota, nunca en el alción que es enorme y no vuela tan alto
-Si ha tenido tiempo de transmitir la latitud a -dijo Pablo, como si tuviéramos tiempo para hacerlo
Yo pensaba en dos palabras: mensaje inalámbrico, que en estos tiempos ya no se pueden evitar
A mi mujer le parecía que las rodillas se le habían doblado
A mí también, pero para qué alarmar cuando todavía no ha sucedido
Tal vez telefoneando, pero si había que explicar que todos estábamos bien
A los Mounier se les había ocurrido alcanzarle una silla aunque debía parecerles un poco extraño hacer eso  
Con los Mounier nos conocíamos, pero no había tanta confianza como para ordenarles lo que debían hacer  
-Le llega a la cintura, y eso que -dijo Pablo, con esa manera de expresarse tan franco
Mi mujer clavó las agujas en el ovillo y me miró, tal vez para que yo le ayudara
No era tan fácil, en primer lugar había que comprender las causas por las que esto estaba pasando
Todos disimulábamos para no afligir más a Roberto, aunque esto fue en vano, pues él ya lo sabía todo
Además no era cosa de que escuchara la sirvienta, porque ya se sabe que los de fuera no pueden decir nada que no sea de su incumbencia
Desgraciadamente los aullidos eran cada vez más fuertes y escandalosos
-Son los albatros, me acuerdo de una vez en  -decía la señora de Cinamomo y señalaba hacia la ventana de la parte delantera
Unos de los Mounier empezaron a hacer movimientos natatorios sin darse cuenta de que no estaba haciendo lo correcto
El otro, más consciente de  lo que estaba pasando, no se alarmaba tanto
Yo aprecié el gesto, porque en una casa de gente educada se evitan ese tipo de situaciones
-Uno se pregunta si no valdría más que de una vez por todas -dijo mi mujer mirando a todos los que estaban presentes
Expresaba el sentimiento unánime de atender a la situación como se debía actuar
Pablo fue a cerrar mejor la ventana y las puertas, porque si no podía entrar la lluvia
Aunque se notaba que cada vez llovía menos
La palabra sería borborigmo estruendoso cada vez que alguien escuche algo sospechoso
No es una bella palabra, aunque la sinceridad obliga a una respuesta lógica
-Se diría una medusa que empieza a -murmuró la señora de Cinamomo que siempre decía cosas incoherentes  
Un poco, sí, porque el pelo parecía haber cobrado vida
Como finísimos dedos abriéndose y cerrándose con fuerza extrema y demasiado rápido
Mi mujer salió llevando la taza de café sobrante, y a todos nos pareció un gesto de amabilidad
Son esos gestos que uno agradece sin palabras, porque son inesperados
Al fin y al cabo en una casa como la nuestra en que esos modales siempre pasan
Nadie podrá decir que no se hace lo posible para estar siempre bien con las personas


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